Retomando el camino

Muchas veces nos enfrentamos a grandes retos, cambios o transformaciones que nos sacuden y pensamos que estamos perdidos. “Cada vida es un jeroglífico y el hecho de buscar el significado de los acontecimientos nos ayuda a mirar con visión larga de la jugada las posibilidades y realidades, el pasado, el presente y futuro”, como lo dijo Marian Rojas Estapé.

En el campo del Desarrollo Personal hay diferentes especialistas destacados que apuntan en el mismo sentido, reconocer nuestro potencial es una necesidad fundamental. En nuestro país, estuvo de paso el Dr. Mario Alonso Puig, llegó después de estar en Perú, donde en una entrevista que concedió a un medio local le preguntaron:

–¿Cuáles son esos obstáculos o límites muy comunes que impiden que las personas alcancen su máximo potencial?

Contestó así: “Son dos: el primero es la profunda ignorancia. Si alguien le pregunta a otra persona “¿quién eres?”, contestará: “soy médico, fontanero, restaurador, profesor” u otro, pero eso no es. Tu trabajo, tu profesión, lo que tienes como como actividad diaria, no es quién eres. La pregunta más desafiante es “quién soy yo” y esto tiene una importancia extrema porque dependiendo de cómo la contestes vas a tener una experiencia de la vida u otra. Lo primero que hay que superar es la ignorancia. Lo segundo que hay que superar es nuestra sensación de separación (…) nos hemos separado de nosotros mismos, estamos divididos porque, por dentro, una parte quiere una cosa y la otra quiere la contraria. Nos hemos separado de los demás, no vemos a los demás simplemente como distintos, sino que los percibimos como distantes, con lo cual es muy difícil el encuentro. En tercer lugar, nos hemos separado de la naturaleza. No tratamos bien a la naturaleza, no la cuidamos. En estos dos elementos: la ignorancia acerca de quiénes somos en realidad y nuestra separación de nosotros mismos, de los demás y de la naturaleza, está la misma raíz de todo el sufrimiento humano”

En la conferencia a la que tuve el privilegio de asistir hace casi un mes: “Haz lo imposible”, de manera magistral, el Dr. Puig aplicó la neurociencia para enseñar a los presentes que dentro de nosotros hay infinitas posibilidades y superpoderes para lograr una vida más sana, próspera y feliz. Ese día recordé también una de sus citas “Cuando la mente se abre a la posibilidad de que haya algo más de lo que vemos y nuestro corazón elige confiar, entonces, nuestras manos, nuestra voluntad empiezan a actuar”.

La motivación es una consecuencia, nace después de dar el primer paso, no antes, la acción es la que genera la emoción, no al revés, cuando enfrentamos los pendientes la sensación de alivio y poder es inmensa, te das cuenta de que no era tan terrible eso que evitabas, recuperas tu confianza. Obligarte a hacer lo que más evitas es un acto de valentía, significa demostrarte a ti mismo que tu vida está en tus manos y significa decidir que tu crecimiento es más importante que tu comodidad momentánea. Esas palabras las escuché atentamente hoy en un podcast de Nilda Chiaraviglio y las comparto con ustedes porque como ella dice, si compartimos con otras mujeres nuestro saber, ¡crecemos juntas!

Esta entrada es para las mujeres con las que he compartido mi camino, las animo a retomar su poder y continuar el suyo, comprometidas con su proyecto personal, reconociendo sus sentimientos como punto de partida y dando apertura a un nuevo espacio mental en que lo imposible se hace posible.